Maite Vizcarra: Entrevista
"Yo creo que una gran lección de esto es la necesidad de fortalecer finalmente y ya de manera definitiva, el rol del servidor público, dotándolo de instrumentos no solamente físicos, sino también profesionales, para que pueda prestar de la mejor manera su servicio.
Pero al mismo tiempo, generando una suerte de incentivos importantes para que haya carrera pública. No puede ser posible que en el Perú, ya que hablamos de informalidad, el propio Estado sea informal."
Texto de la entrevista >
Entrevista a Maite Vizcarra
Carmela Vise:
Muy buenos días, nos encontramos con Maite Vizcarra. Ella fundó el primer centro de innovación en el Perú y ha colaborado con empresas del sector minero y pesca para ayudarlas a innovar, y desde Noruega busca promover la transferencia tecnológica para el Perú y sus startups. Ella es miembro del Consejo Directivo del Instituto Tecnológico de Producción y ITP de Perú y también es miembro del Comité Consultivo de PERÚCAMARAS. Escribe en el diario La República artículos referentes a tecnología y también a e-democracy. Es asesora en ciencia, tecnología e innovación en Noruega. Te damos las gracias por darnos unos minutos y poder escuchar tu opinión.
Maite, quisiéramos conocer un poco tus principales preocupaciones e incertidumbres relacionadas con esta situación en el Perú. Y quisiera preguntarte, si tú ves a una clarividente muy acertada, que puede saber cuál es el futuro del Perú ¿Cuáles serían las tres preguntas que le formularías? ¿ qué te gustaría saber?
Maite Vizcarra:
Bueno, muchas gracias por la oportunidad. Carmela. Un saludo especial a todos los que nos están escuchando. Si hubiese la posibilidad de charlar con esta clarividente como dices o pitonisa o algo parecido, respecto de la coyuntura tan particular que está viviendo el mundo y el Perú, yo le preguntaría
1 .En primer lugar, si el modelo productivo del Perú mejoraría o de alguna manera empeoraría respecto de esta pandemia. En concreto, ¿El Perú se convertirá en un país cien por ciento informal o habrá posibilidad de poder formalizar? Esa es la primera pregunta.
2 .La segunda pregunta que le haría a esta señora es saber si la oportunidad de desarrollo tecnológico finalmente se podrá consolidar. Porque hay una serie iniciativas, todavía medianas en el Perú, para responder a la pandemia, pero son relevantes. Hoy las universidades están desarrollando prototipos y máquinas, llamémoslo low-cost, que se están desarrollando muy bien. Y mi pregunta sería eso. ¿Hay oportunidad para que la tecnología peruana se pueda desarrollar con mucho más alcance frente al mundo?
3 .Y la tercera sería, el próximo gobernante o gobernanta que tendremos, ¿Podrá entender los desafíos que implican este tipo de fenómenos, como una pandemia que no va a ser la última sino la primera en el siglo 21? O sea, ¿tendremos la capacidad de poder contar con un gobernante que se dé cuenta que el mundo no solamente está conectado a nivel de comunicaciones, sino que está conectado incluso a nivel de enfermedades, de virus y que eso implica una respuesta muy estratégica?
Carmela Vise:
Muy interesantes preguntas. Si tú fueras la clarividente. ¿Cómo responderías en un escenario optimista, cómo responderías a esas tres preguntas?
Maite Vizcarra:
Bueno, sobre el asunto de la formalización, yo creo que, a pesar de que estamos en una situación que indica que Perú se está convirtiendo un país cien por ciento informal; la única solución de poder ir al otro escenario es justamente con tecnología digital. Y esa tecnología digital tendría que procurar dos cosas.: primero, facilitar la bancarización digital de todos los peruanos: peruano que nace, peruano al que se le otorga un número digital que podría estar amarrado, no solamente a su identidad, sino a una cuenta bancaria. Y con eso ya estamos formalizando a la persona.
Y número dos; la posibilidad de que todos los comercios que hoy día existen en el país también puedan estar vinculados con algún tipo de número digital, que les permita también, acceder a la formalidad. Entonces, para mí la formalización en el Perú es digital y está asociada con una cuenta bancaria.
Respecto a la segunda pregunta, que está relacionada con si vamos a poder tener o no la capacidad de darle más alcance a estos desarrollos de tecnología que se están dando en un momento tan particular en el Perú, yo creo que es tiempo para que el Perú asuma el reto de lo que se conoce como el desarrollo de una soberanía tecnológica, y ahí también soy optimista, yo creo que sí, que el Perú tiene muchos elementos favorables para poder desarrollar soluciones adecuadas, en cuanto al costo, pero también en cuanto a la propia cultura, esto es bien importante. El Perú es un país muy particular, cada región es un microcosmos. Entonces, eventualmente yo creo que nuestro concepto de soberanía tecnológica, que es hoy día lo que muchos países están planteando, justamente como un instrumento para poder hacer frente a la pandemia o sea, el desarrollo de sus propias soluciones tecnológicas más allá de la importación, tienen que considerar estos elementos culturales que el Perú tiene tan particulares, ¿no?
Y finalmente, respecto a si tendremos o no un gobernante que tenga la capacidad de poder entender esto. Gobernante, o sea hombre o mujer, o en fin, o el que toque. Yo creo que lo que sí queda es evidente, sea quien sea el que nos va a gobernar o el que aspire a gobernar, es que el tema tecnológico es un mandatorio. Creo que todos lo entienden por un hecho real, desde el hecho de que hoy día muchos están haciendo Tele-working utilizando plataformas como ésta o reuniéndose en sesiones virtuales. Entonces, yo creo que el impacto de la tecnología como un elemento crítico es algo que cualquier persona en el Perú entiende y con más razón alguien aspira a gobernar. Lo que me queda duda es si esta persona va a tener la capacidad de poder utilizar estos medios para acercarse más a la ciudadanía y transferirle mayor valor a su propia gestión. Qué es lo que se conoce como justamente el Gobierno Abierto. La posibilidad de establecer agendas conjuntas en donde las personas, los ciudadanos, tienen una participación deliberativa tremenda y que hoy día es posible. Ahí es donde me queda mi duda, si solamente lo van a mantener como un instrumento de marketing o si de verdad, van a dar el salto para ayudar a que los ciudadanos puedan no solamente gobernar, sino también hacer la accountability necesaria. De hecho, mira, vamos a tener un reto enorme en estos menos de 12 meses que quedan para las elecciones del año 2021. Van a ser unas elecciones bien sui géneris, porque casi todo va a ser digital. Las campañas tienen que hacerse utilizando estos medios, entonces allí se plantea también la posibilidad de saber si va a ir más allá de una mera estrategia de marketing o si se le va a permitir a las personas empezar a gobernar, a cogobernar con quienes dirijan los destinos del Perú.
Carmela Vise:
Ahora tengamos una mirada pesimista. Y tú como clarividente respondes a esas tres preguntas, pero ya teniendo ese escenario negativo. ¿Cuáles serían las respuestas a esas tres preguntas?
Maite Vizcarra:
Bueno, el primero sería que el Perú se convierta en un país más informal de lo que ya es. Actualmente ya estamos bordeando el 80 por ciento un poquito más. Esa situación, lo único que lograría es agravar las brechas sociales tremendamente. Y adicionalmente, yo creo que fragmentaria más el concepto de ciudadanía. Si ya en el Perú actualmente no se entiende la lógica de estar dentro de un país todos juntos como una nación, no poder servirse de manera adecuada de lo que viene hacer un Estado, o sea, que el Estado sea parte de un entorno que te da seguridad, pero que también te ofrece una serie facilidades, lo único que va a llevarnos es a cuestionar su presencia, y el cuestionamiento de una organización como el Estado lo que hace es crear desorden. Pero no solamente desorden, sino un tipo de gobierno particular que es la anarquía. La anarquía, puede verse como una forma de interactuar dentro de un entorno en donde en verdad la ley lo impone cada uno en base a sus propios intereses o incluso a sus propias necesidades, que de alguna manera en el Perú ya existe. De alguna manera, existe esta suerte de anarquía. No extremada, pero yo creo que si el Perú llega a un nivel en donde la informalidad se exacerba y estamos hablando de una informalidad sobre todo funcional o económica, no va a tener ningún sentido llamarse ciudadano. Probablemente lo que va a lo que va a imperar es una tendencia hacia la anarquía y eso es en verdad lo que va a provocar. Es una mayor, una mayor fractura social, que sería terrible. Esos escenarios lo único que facilitan es la presencia de caudillos populistas, sean de derecha o de izquierda, y ya conocemos algunos casos en la región que están llevando a países, como vamos a decirlo, con nombre y apellido, como por ejemplo Brasil, que probablemente está entrando en un proceso de deterioro económico y social tremendo. Y bueno, ojalá que no pase eso en el caso de Perú.
El otro escenario negativo es que no logremos aprovechar todas estas iniciativas tecnológicas de poco costo y de adecuación propia al país que se están dando. Yo creo que si eso pasa, lamentablemente sería muy penoso, porque lo que se está demostrando actualmente en el Perú es que sí hay capacidad, hay capacidad. Hay una serie, hay insumos muy básicos, digamos, todavía no organizados, pero hay con qué. Y si se pierde de alguna manera, esa es esa posibilidad probablemente va a ser muy difícil poder recobrarla en otro escenario, porque consideramos además que esta es la primera pandemia, una segunda pandemia o un segundo escenario tan catastrófico como el que estamos viviendo, si no sembramos hoy en base a estos iniciales esfuerzos de tecnología propia de verdad que hacen muy complicado casi empezar de cero. Lo que deberíamos lograr. En este caso específico es recobrar o recoger lo que estamos sembrando y de alguna manera explotarlo o capitalizarlo en un escenario siguiente que no estamos libres de quien nos suceda.
Y finalmente, sobre el tercer elemento, que es el más negativo y sería que aparezca un gobernante, sea él o ella, quien no entienda estos fenómenos, lo único que harían es llevar al Perú a un encapsulamiento en donde probablemente estemos vinculados con niveles enormes de desorden, de caos. Pero además de alejamiento del orden de los países a los que aspiramos acercarnos.
No, como digo, en la región ya hay casos que lamentablemente el caso más claro es el de Brasil.
No hay que espero que no lleguemos o consideremos a Brasil como un país enorme. Es un país continente que hasta hace poco tenía unos niveles de crecimiento interesantes. Hoy día, a pesar de que todavía tiene amplios recursos con los cuales, de alguna manera, poder soportar los embates de crisis, sí tiene claramente un proceso de deterioro social enorme, que lo está encapsulado, que lo estáis aislando del mundo. Ese es el riesgo que nosotros tenemos, aislarnos del resto del mundo y convertirnos en unos parias en pleno siglo XXI.
Carmela Vise:
Tienes toda la razón Maite y algo que me ha estado dando vueltas en la cabeza es la importancia de que pudieran promoverse este gobierno abierto que tú mencionas, pero hay muchos intereses también de por medio. Aquellos que viven de la corrupción, viven de mantener la información oculta, no ser transparentes, que la tecnología te la da, decir tú entras y puedes averiguar la información de todo. ¿Cuánto crees que pueda influir este tipo de factores para que no se promueva esta apuesta por aprovechar la tecnología por parte de estos grupos que han generado varias iniciativas tecnológicas interesantes o el hecho de que exista un gobierno que no le interese tampoco trabajar siendo consciente de que esta no es la primera pandemia que vamos a sufrir en el mundo.
Maite Vizcarra:
A mí me preocupa mucho que actualmente en el Perú la clase política que para bien o para mal, probablemente de manera, no haciéndole justicia a los que sí son buenos políticos, está representada en el actual Congreso, no en el nivel de los parlamentarios, el comportamiento que está teniendo el Parlamento es de verdad muy deleznable y además de criticable por la situación en la que nos encontramos. Y el riesgo de tener una clase política que entienda el impacto de la tecnología a medias. O sea, que solamente vea la tecnología como un elemento funcional que les permite hacer este tipo de reuniones o que eventualmente los conecta con la gente para hablar. Pero que no entiendan que esto tiene un proceso también que puede ser hasta cierto punto disruptivo desde el punto de vista positivo, nos lleva a una situación también de peligro y de riesgos. A qué me refiero, si tenemos a una clase política que entiende que la tecnología es útil porque es funcional, pero no la utiliza, considerando los valores que acompañan estos procesos de digitalización, que son la transparencia que son, la apertura que son y el acercamiento que son la posibilidad de tener una relación horizontal y cercana. Se convierte en el riesgo de poder tener de pronto al famoso Gran Hermano o al Big Brother haciendo seguimiento de nuestras vidas sin ningún tipo de respaldo a la ciudadanía.
Recordemos que esto es el paradigma del gobierno abierto del Open Government, lo que plantea es yo como Estado doy todas las facilidades para poder comunicarme contigo, pero tú también tienes de tu lado el derecho a que yo te diga qué hago con esta información, cuándo te estás comunicando conmigo y que tú tengas acceso a esos datos.
Lo hemos visto claramente ahora en la pandemia. Cómo es que la gente y sobre todo los programadores, pero gente incluso que ni siquiera eran programadores, matemáticos o eventualmente médicos que han pedido fuertemente acceso a datos, a datos públicos y que sean datos públicos lo suficientemente adecuados para poder ser tratados.
Los datos abiertos, el Open Data, tiene ciertas características que permiten que se puedan tratar, que se puedan replantear o reconfigurar. Y eso es interesante, porque la información pública es información que el Estado crea en base a nuestros tributos. En el extremo, nos pertenece como ciudadanos. Pero dado que todavía existe este paradigma del funcionario, del burócrata que cree que está en una situación privilegiada, casi vinculada a un entorno cortesano y que los ciudadanos somos unos advenedizos, no ha habido la capacidad de entender esto.
Entonces esto es importante, la tecnología rompe las estructuras, da mayor transparencia pero también genera más control que hay que darle al ciudadano para que se evite el escenario riesgoso de un Big Brother, de un Gran Hermano que lo controla todo o que tiene acceso a nuestra vida a través de estos distintos recovecos.
Permitirle al ciudadano que también participe y permitirle que le haga accountability accediendo al dato público, pudiendo tratarlo, utilizarlo y generando justamente, como digo, esa suerte de accountability diciéndole al Estado: “Oye, mira el dato, no cruzó o si cruzó, o mi proyección o tal o cual lo que hemos visto, como digo en este espacio. En estos cuatro meses es interesante. Es un gran ensayo de cómo es que la gente reclama el dato público. El Open Data para hacer el mismo accountability y al mismo tiempo darle input al Estado, porque muchas de las proyecciones que ha presentado este Gobierno no las ha hecho el propio o la propia entidad pública. Que dicho sea de paso, no sé si lo sabía hacer, pero lo han hecho, lo han hecho privados y eso es bien interesante. No es así como se produce esta situación. Se pueden generar este tipo de escenarios en diversos temas, siempre que haya apertura a compartir esta información, estos datos.
Carmela Vise:
Muy, muy buen aporte Maite, y en estos tiempos. ¿Cuáles son otras lecciones o ideas importantes que tú puedes decirnos que debemos considerar para el futuro? ¿Qué lecciones deberíamos tomar en cuenta?
Maite Vizcarra:
Yo creo que la principal lección que nos está dejando esta pandemia es que tenemos que empezar a pensar en una profesionalización real de la función pública. El ser un funcionario público más que un funcionario público, el ser un servidor público tiene que ser un privilegio pero además tiene que permitir convocar a los mejores que puedan ayudarnos en este proceso y que le permitan al mismo tiempo al Estado responder de manera adecuada y en tiempo. Aun cuando esta pandemia nos ha tomado de manera desprevenida, ósea, nadie pensaba que iba a pasar; sí creo que ha faltado alguna capacidad de respuesta pues se ha visto algunas reacciones lentas. Eso implica tener la oportunidad de poder aprender en el camino y poder responder.
Entonces, yo creo que una gran lección de esto es la necesidad de fortalecer finalmente y ya de manera definitiva, el rol del servidor público, dotándolo de instrumentos no solamente físicos, sino también profesionales, para que pueda prestar de la mejor manera su servicio. Pero al mismo tiempo, generando una suerte de incentivos importantes para que haya carrera pública. No puede ser posible que en el Perú, ya que hablamos de informalidad, el propio Estado sea informal. Los famosos contratos CAS, que son una manera de evitar tener gente de manera permanente dentro del Estado, es una invitación a la informalidad. Entonces el propio Estado es al mismo tiempo informal. Como le puedes creer a quien supuestamente tiene que promover la formalización que actúe bajo la lógica de la informalidad es un contrasentido.
Y también aquí hay que tener cuidado otra vez con estos paradigmas que te dicen: No, pero hay que evitar el estado tan grande que por gusto, que no es la palabra, yo creo que no es grande. Lo que se necesita es un Estado fuerte, con capacidad, con capacidad de respuesta, no que sea enorme, pero sí fuerte. O sea, que tenga la capacidad para responder, que cuente con los recursos humanos, tecnológicos y de infraestructura para responder. Eso sí, necesita un diseño que todavía no tenemos en el Perú.
Y finalmente, también necesitamos a un servidor público que tenga la capacidad de ver más allá de ese entorno pequeño que es el país o ese entorno grande que es el país, dependiendo de dónde se ubique. La otra gran lección que nos está dando esta pandemia es que tenemos que conversar con el resto del mundo. Debemos tener una visión más cosmopolita, no puede ser tan provinciana en el sentido. Y aquí, en todo caso, con las disculpas que corresponda al término provinciano al uso, el término aprovechado pero tan pequeño el mundo es más que nuestras fronteras. Necesitamos tener funcionarios públicos que tengan la capacidad de pensar de manera más global con ojos en lo local. El famoso concepto de lo glocal.
Porque si es nuevo y difícil poder responder a fenómenos que son globales. Esta pandemia se origina en la China, tal vez nadie pensó al comienzo de la pandemia que iba a llegar al Perú y llegó. Eso que quiere decir, que cualquier fenómeno que se genera en cualquier parte del mundo, es susceptible de afectarnos. Entonces debemos tener la capacidad de responder también a ese tipo de situaciones, no pensando en que no va a llegar, sino al revés. ¿Y por qué no? ¿Y qué pasa sí? O sea, la capacidad de adelantarse es algo que también tendría que estar dentro de ese perfil de servidor público al que tendremos que aspirar YA, es urgente.
Al Estado hay que hay que fortalecerlo, no en el sentido en que se haga voluminoso, sino yo diría, que sea fuerte, que tengan capacidad de respuesta, que tenga capacidad de innovar, de aprender en el camino, pero además que tenga un cuerpo de servidores públicos que piensen global con ojos en lo local.
Carmela Vise:
Muy buen punto. Y sí, es un gran reto que debería tener SERVIR, ellos han estado enfocados en otros aspectos, y también buscar profesionales que quieran entrar en el sector público con el perfil que tú defines. ¿Y el rol del sector privado? ¿Alguna lección que tendríamos que tomar en cuenta?
Maite Vizcarra:
Sí, yo también considero que para el empresario y el tejido empresarial peruano, la pandemia tiene que significar la necesidad de establecer la solidaridad como un valor fundamental. ¿No?
Acá hay toda una discusión que está detrás, no qué servicios deben ser públicos y cuáles no deben y cuáles deben entrar en la órbita de lo privado. Es una discusión de fondo muy importante que tiene que plantearse. Pero al margen de la discusión. Es necesario que prime un criterio mínimo de solidaridad, como digo, porque no puede ser posible que en medio de una situación tan catastrófica como la que está viviendo el Perú, seamos testigos de algunos comportamientos. Hay que decir las cosas como son mercantilistas. No puede ser posible que en medio de una situación tan catastrófica todavía hayan empresas, empresarios, grupos de poder empresarial que solamente observen la oportunidad del negocio y no puedan observar que detrás hay seres humanos.
Entonces yo creo que una primera gran lección para el tejido empresarial es tratar de entender que la solidaridad no es un valor que esté vinculado a una ideología ni de derechas ni de izquierdas. Es un valor humano. El Perú debe tener la capacidad y las clases dirigentes, sean dirigentes políticas, económicas o sociales, de permitirle al país seguir siendo un país de seres humanos, el riesgo de deshumanizar es tremendo, tremendo. Y yo creo que eso es algo que también le corresponde asumir al tejido empresarial.
Y el otro asunto que es importante, que también es necesario que haya en el sector privado. Y en la capacidad de poder convencer al sector público. Si algo hemos visto al comienzo de esta pandemia, había una suerte de alejamiento que se ha producido entre el sector público y el sector privado. Probablemente los propios empresarios se quedaron paralizados ante esta situación, no sabían qué hacer y de alguna manera también trasladaron la responsabilidad completa al Estado, vieron que viene la ola, se paralizan, no saben qué hacer y ahí nomás quedaron. Entonces, vamos a ver, por omisión también se actúa, no hacer es una forma de hacer entonces esa omisión de actuar, de acercarse, no cuando ya había avanzado tanto la pandemia, sino al comienzo fue también un fallo y yo creo que detrás de eso lo que existe es una cierta desconfianza. No me acerco a ti porque vamos al primero que haces tú. Si hubiese habido un elemento de confianza, estamos los dos en el mismo barco, no importa, yo me acerco, vamos a ver qué pasa, ensayemos cosas, pero acá una parálisis. ha habido una omisión. Después puedes decir: “Yo si he querido acercarme a ti.” ¡Claro, te has querido acercar a mí, pero después de que pasaron casi dos meses y pico, al comienzo no hacías ni deshacías, estabas más paralizado que nadie!
Porque hay detrás una situación de desconfianza: es el privado que no confía en el Estado, que no confía en las instituciones públicas y al mismo tiempo es el Estado que no confía en el privado, porque cree que el privado quiere hacer su propio busisness, su propio lobby, que quiere ser más mercantilista. Entonces, ahí el gran reto, creo que sí lo pueden hacer porque tienen elementos, los mismos criterios de negociación que se dan en los negocios para cerrar acuerdos o para escoger la mejor opción de inversión se tienen que dar con tu socio, con tu principal socio, que es el sector público, que es el Estado. Debes tener la capacidad de convencer y de acercarte como un partner que te vea como alguien que sí puede colaborar mano sobre mano. Entonces yo creo que esas son esas dos cosas, o sea, la solidaridad no tiene bandera ideológica, la única bandera que tiene, es la de la humanidad, la del ser humano, o sea, todos somos seres humanos. Tú no puedes poner en tu pirámide de valores primero el quién los ingresos y después a los seres humanos.
Eso es imposible. Y número dos: la necesidad de convencer. Si tú cuentas con instrumentos adecuados de negociación, tienes que convencer. Ponte en la situación de ser un gran negociador para que tu socio, que es el Estado, también te vea con confianza y no cuando ya la situación se ha desbordado o en tu caso, cuando ya fue demasiado tarde.
Carmela Vise:
¿Y cuál es tu opinión sobre cuáles serían las decisiones importantes del largo plazo relacionadas con la situación actual del país que deberían ser abordadas en los próximos 12 meses?
Carmela Vise:
En los próximos 12 meses, que son en verdad ya los 12 meses de elección. Ahí tenemos que ser realistas. Creo que, como bien también ha dicho este gobierno, en todo caso el presidente, el primer mandatario, ya están de salida. Y lamentablemente esa frase dice mucho. Estar de salida. A ver, voy a interpretar lo que significa estar de salida: Es , yo que estoy preparando el camino para el que venga y en preparar el camino para el que venga. hay dos escenarios escenario. Uno es, en efecto, voy a producir, voy a preparar la transición para que para que la ciudadanía escoja el que corresponda, porque crean que sea el mejor, ojalá que con buen criterio. Y el otro escenario, además de preparar la transición para el próximo gobernante o quienes gobiernen voy a darle continuidad a cosas que tienen que mantenerse sí o sí. O sea que son mandatorios, que no son negociables y ahí es donde no tenemos capacidad para justamente definirlo.
El Acuerdo Nacional, es un estupendo espacio. Hubo un par de reuniones que tuvieron con el presidente de la República utilizando estos medios, pero que tampoco tú veías rumbo. Sentarse a conversar está bien, pero, estas son las cosas que hay que hacer, yo voy por aquí y creo que es eso.
No hay mucha claridad de cuáles son los mínimos no negociables que cualquier gobierno tiene que continuar, el que sea, de la bandera, que sea, del color que sea. Entonces, esos no negociables, esos mínimos, no están claros. Y yo no sé si este gobierno va a tener la capacidad, que ojalá pase en ese proceso de transición, de decir: “Bueno, estas son los tres puntos, los cuatro puntos, los siete puntos, los diez puntos”, los que tú quieras. “Estos son los no negociables que el próximo gobernante, que el próximo gobierno tiene que continuar.”
Y eso a nosotros, como como país, también nos permite cierta predictibilidad. Lamentablemente, ya avanzados casi un tercio en lo que va de este siglo, no encontramos esa predictibilidad porque no están claros esos no negociables, en estos tiempos, sobre todo de tanta incertidumbre, es necesario arribar a ellos. Entonces, un ejercicio ojalá que pudiese este gobierno hacer en lo que queda, y ojalá que si no lo hace este gobierno, que el sector privado lo solicite o por último, lo planteé, estos son los no negociables. Estos son los tres o cuatro temas, los siete temas, los cinco temas de los que tú quieres, el decálogo. Debemos tener no negociables que el próximo gobierno o los que vengan deben continuar. Esa necesidad de predictibilidad es fundamental para un país como el Perú.
Por muchas razones si nosotros, por ejemplo, hubiéramos definido que la salud y la educación eran temas no negociables, probablemente no estaríamos viviendo lo que estamos viviendo el Perú. No puede ser posible que un país de ingresos medios como el país, que hasta hace diez años era la estrella en crecimiento de la región, haya tenido un sistema de salud colapsado, sin camas. La salud que es un tema tan evidente, que para cualquier país es un No Negociable, en el Perú no era un No negociable. La pregunta es ¿qué es lo No Negociable? Ese es el tema, si este gobierno puede definir tres o cuatro cosas que sean no negociables, no con pompa, no de manera difícil, de la forma más sencilla posible, ya habría hecho mucho.
Carmela Vise:
Y Maite, ¿cuáles crees tú que son los principales factores vinculados con la situación actual del país, que de acuerdo con tu observación, limitan un buen desarrollo del país? ¿Qué factores limitan un buen desarrollo del país en el contexto actual?
Yo creo que en verdad un gran, al margen de que tenemos en verdad una mala planificación de servicios tan críticos como los de salud no o como los de educación, sí, creo que a la complejidad que implica hacer la gestión de la incertidumbre que da una catástrofe como ésta, tener que sumarle una micro gestión en las relaciones con un Parlamento que en verdad tiene su propia agenda. resulta siendo una APORIA, como dirían los griegos, un problema sin resolver y probablemente nunca tendrá solución. Y eso solamente se explica porque tampoco contamos con partidos políticos que, sinceramente, puedan representar una visión del país.
Y bueno, esto va a sonar a cantaleta, pero es necesario también que en el Perú existan partidos políticos con una visión de país. Un partido político no puede ser solamente un movimiento electoral o electorero, que tenga una visión tan de corto plazo como pueden ser 6 meses o doce meses. Llegar al poder para después no saber qué hacer, eso es suicida y además pensar que es posible. O sea, es una locura. Entonces, yo creo que una de las cosas que limitan la situación y que complican más la gestión de lo que implica esta catástrofe de la incertidumbre es no contar con una clase política que dé la talla y que de verdad, que existan estos políticos o esta clase política que tenga una visión de país, cuál debe ser la visión del Perú al futuro y eso habla de un cierto compromiso, un compromiso de la clase dirigente con el país. Y ese compromiso, es pues ir más allá del oportunismo, es comprometerse con el país.
Y la otra cosa, que también es una gran barrera para en este contexto es lamentablemente, reconocer que en el Perú los niveles de educación son muy bajos. Y no solamente los niveles de educación desde el punto de vista formativo, sino cívicos. Y lamentablemente no tenemos valores cívicos que hayan permitido que, por ejemplo, 117 días o uno o más de cien días de confinamiento hayan podido alcanzar el éxito que nosotros queríamos, al margen de los temas económicos, al margen de que hay temas estructurales, la autorresponsabilidad que habla de un valor cívico se echa de menos. Y eso tiene que ver con justamente el ejercicio de la ciudadanía y la educación. Entonces, si tú comparas el Perú con otros países de la región, que pueden ser desde Chile hasta yo, no voy a hablar de Costa Rica, que tiene un nivel de civilidad enorme. El Perú está muy atrás, ¿no?
Y yo creo que tiene que ver con dos cosas con el hecho de que no tenemos niveles de educación importantes. Si las personas no entienden lo que leen, probablemente no van a ser capaces de seguir claramente una indicación. La instrucción de “Ponte la mascarilla de manera que tape todo, incluyendo tu nariz. No te bajes la mascarilla porque si te bajas la mascarilla vas a contaminar al otro, trata de estar distante, tal en tal dimensión o con tal proximidad o no proximidad”. Indicaciones tan básicas que no se puedan seguir.
Carmela Vise:
Perfecto Maite. Y cuando las personas vean en el futuro lo que ha pasado, en ese tiempo, den una mirada hacia atrás. ¿Como quieres que seas tu recordada en función a la pandemia con tu contribución?
Maite Vizcarra:
Tal vez me gustaría que me recuerden como alguien que siempre estuvo apuntando a lo que a lo que venía, como Casandra, que decía, bueno, ya esto ya lo vivimos, ya lo hicimos. Tal vez pueda ser una situación que a mí no me gustaría quedarme en eso, pero sí, me identificaría como alguien que siempre estuvo señalando las cosas donde todavía hay mucho por hacer, siendo como tábano, como ese mosquito que está que hinca, hinca, hinca y fastidia para que de alguna manera alguien haga. Porque hay gente que tiene que hacer las cosas y que tienen incluso el mandato de hacerlo. Un poco así, alguien que estuvo tratando de poner el acento donde tenía que estar, tratando de indicar por dónde es que la situación se iba a desbordar. Y ojalá, le funcione ese estar fastidiando como digo, cual Tábano y haya logrado que al menos algunos escucharan.
Dicho sea de paso, a mi particularmente me parece insuficiente. Yo me iría a la acción, que es lo que estoy tratando de hacer, pero es complejo, en un contexto en donde, como te digo, falta infraestructuras. Tal vez en otros escenarios se pueda lograr, pero en principio un poco la figura de Casandra.
Carmela Vise:
Te agradezco muchísimo. Realmente ha sido muy enriquecedor todos estos aportes que tú nos has dado y estoy más que segura que quienes van a escuchar tú las respuestas a estas preguntas van a estar muy, muy satisfechos.
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