Víctor Zamora: Entrevista
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Muy buenas tardes. Nos encontramos con el doctor Víctor Marcial Zamora Mesía, el es médico peruano, graduado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con maestría en Gerencia, Planificación y Política de Salud de la Universidad Leeds, Inglaterra, con estudios de posgrado en Economía de la Salud en España. Cuenta con 25 años de experiencia en sistemas y servicios de salud. Diez años de ellos a nivel internacional, en más de diez países de América Latina y el Caribe; se ha desempeñado como Director Regional de Salud de San Martín. Ha sido funcionario en organizaciones bilaterales y multilaterales, tales como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional USAID, Ministerio Británico para el Desarrollo Internacional, El Fondo de Población de las Naciones Unidas UNFPA, Organización Panamericana de la Salud, Organización Mundial de la Salud, OPS, OMS. Profesor del MBA de Gestión en Salud del CENTRUM Católica, profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y de la Facultad de Medicina de San Marcos. Él fue ministro de Salud en el difícil período a inicios de la pandemia. Le damos las gracias por este tiempo y su disposición de poder compartir con nosotros sus opiniones que van a servir de insumos para la generación de propuestas dentro del evento ENLACE 2020 Perú PorVenir. Doctor, quisiera iniciar preguntándole algo que le puede parecer extraño, pero que de alguna manera puede detectar cuáles son sus principales preocupaciones e inquietudes. Imagínese usted que está frente a un clarividente muy acertado y logra ver el futuro del Perú. ¿Cuáles serían las tres preguntas que usted le formularía a ese clarividente?
Bueno, muchas gracias en primer lugar por la oportunidad. Si eventualmente creyese en la clarividencia, ya que yo firmemente creo que el futuro lo creamos nosotros cada día, preguntaría si nuestro país en el futuro es más inclusivo de lo que es hoy. Si les otorga más oportunidades a todas y a todos para construir en igualdad de oportunidades, el futuro que ellos a su vez añoran para sí mismos. Y en segundo lugar, preguntaría si en el futuro nos está viendo con un sistema único de salud público, más fuerte, más universal y con mejor calidad de la que tenemos el diario. La tercera pregunta creo que se refiere ya no solamente a los seres humanos, sino a nuestro ambiente. Si el ambiente en el que nosotros vivimos es un ambiente menos hostil para todos los habitantes de la tierra, no solamente para los seres humanos.
Muy interesantes preguntas y abarcan diversas aristas, doctor. Ahora lo voy a poner en una situación tal vez incómoda. Ahora usted es el clarividente, pero es un clarividente que ve un escenario positivo, un horizonte bueno. ¿Cómo respondería a esas tres preguntas?
Bueno, yo creo que en el futuro, lo que le depara el futuro a nuestros niños y a nuestros jóvenes es un en el cual somos más conscientes de nuestros derechos. Y tenemos más herramientas para defender nuestros derechos. Segundo lugar creo que nuestras niñas y nuestros niños en el futuro se sienten más dueños de su destino. Que el destino depende de ellos. Que existen oportunidades para que puedan desplegar todas sus capacidades, todas sus potencialidades, que nada los puede detener. Y en tercer lugar, yo veo en el futuro que nuestros niños y niñas han sido capaces de crear una relación más estable, más respetuosa con el medio ambiente que lo rodea.
Y la parte positiva en cuanto al sistema de salud, ese sistema único de salud
Yo los veo en el futuro utilizando solamente su Carné de identidad, su DNI que eventualmente será electrónico o virtual, que será su puerta de entrada al sistema de salud, donde quiera que se encuentre, que no va a haber ninguna barrera burocrática ni de costos y van a poder eventualmente elegir dentro de ese sistema a la persona, a su cuidador que mejor los trate, que los trate con respeto, con cariño y que además resuelva su problema de salud.
Hermoso panorama, doctor, pero ahora tengamos una mirada pesimista. ¿Cómo respondería usted a esas tres preguntas que usted formuló? Sobre si tenemos un país más inclusivo, que otorgan oportunidades a todos, sobre el sistema único de salud y si este ambiente donde vivimos es menos hostil para todos los habitantes ¿cuál sería ese panorama negativo? Este escenario negativo.
Bueno, lo peor que nos puede suceder es hacia adelante no hayamos aprendido la lección porque lo que estamos viviendo hoy nos demuestra de que lo peor que nos ha sucedido es encontrar uno están divididos, tan fragmentados, tan poco financiados, con sistemas tan pequeños. y además separados unos de otros.
Si no hemos aprendido esta lección y no somos capaces de ponernos de acuerdo, no vamos a ser capaces de darles el legado a nuestra siguiente generación, de dejarles un mejor sistema de salud. Y ese aprendizaje no es de nuestros niños, ese aprendizaje no es de nuestros jóvenes. Ese aprendizaje es de nosotros, los que estamos tomando las decisiones hoy. Entonces, lo peor que nos puede pasar es decirles a nuestros hijos y a nuestras hijas en el futuro no fuimos capaces. No aprendimos, no nos dimos cuenta, nos dedicamos a pelear, a defender nuestros corto plazos, nuestras pequeñas islas de poder. Y no les pudimos entregar a ustedes un mejor sistema del que nosotros teníamos. En segundo lugar, tampoco fuimos capaces de ver que estábamos destruyendo nuestra casa mayor, nuestra tierra, nuestro aire, nuestra agua, nuestros árboles, nuestros animales y lo que les estamos entregando a ustedes es un terreno infértil, un aire irrespirable, escasez de agua por doquier y con muchas especies de animales ya extinguidos. Y tampoco por nuestro egoísmo no fuimos capaces de abrir más oportunidades para los demás.
Y por lo tanto lo que le rodea es pobreza, es exclusión. Y esa pobreza y exclusión genera resentimiento, genera odio, genera inestabilidad, genera peligro, así que no fuimos capaces de generar oportunidades para todos y por lo tanto los excluidos están buscando el espacio para tomar cuentas y lo van a hacer.
Confiemos de que no lleguemos a ese escenario negativo, doctor. Y ahora quisiera preguntarle ¿cuáles son las lecciones que nos está dejando esta pandemia? ¿Cuáles son las lecciones que debemos tomar en cuenta?
La principal lección es que la pandemia nos ha encontrado con un Estado público responsable de su respuesta muy débil. No solamente salud, los niveles educativos muy bajos, nuestro sistema de protección social prácticamente inexistente. Muy baja penetración de la banca, la inclusión financiera prácticamente inexistente, cuando quisimos dar un bono nos encontramos con solamente 30 por ciento de la población con una cuenta bancaria. Por lo tanto, hay que incluir al 70 por ciento de la población dentro del sistema financiero para que las transacciones sean más fáciles. Incluso nos encontramos con un retraso en nuestra plataforma digital importante, no solamente para poder hacer el rastreo de las personas a través de los de las herramientas que la telefonía celular nos hubiese permitido. La telefonía celular de una altísima penetración, pero no la telefonía celular inteligente que puede utilizar aplicativos móviles que nos hubiera permitido rastrear mejor la presencia del virus y de las personas contagiadas
Por ejemplo, hemos querido hacer educación a distancia y la plataforma tecnológica, tanto digital como la regular de radio, televisión y la penetración del Internet en nuestro país no nos ha permitido hacer la educación a distancia que hubiésemos querido, con la calidad y oportunidad que nuestros niños requieren hoy.
El nivel muy bajo de empleo formal hizo que rápidamente las medidas de contención se rompiesen y la informalidad fuese la primera que salió hacia la economía antes de que se abriese la economía formal, la economía regular, de la que además estaba esperando sus protocolos de acción. Y dentro de esa precariedad se encontró un sistema de salud pequeño. Un sistema de salud público pequeño y un sistema de salud privado pequeño.
Durante los últimos 30 años, el Perú está muy abajo en los países que han invertido en su salud, 5.1% del Producto Bruto Interno, cuando el mínimo requerido es un 6 % del Producto Bruto Interno Público, nuestras 5.1% del Producto Bruto Interno Total, el público y el privado. En el caso del público, nosotros hemos invertido aproximadamente 3.1% - 3.5 % del Producto Bruto Interno a la salud pública, con ese monto durante años, casi más de 20 años no hemos podido desarrollar un sistema de salud potente, moderno, de calidad, tanto en lo público como en lo privado.
Porque lo privado puede ser incluso de mejor calidad y de hecho lo es, en muchas áreas. Pero su cobertura es para cuatro grandes ciudades del país, no puede cubrir la demanda de todo el país y dentro de esas ciudades inclusive solamente cubre un segmento pequeño de la población y donde cubre todas sus necesidades, de hecho, la crisis de las unidades de cuidados intensivos en el Perú es un reflejo de ello. Ha llegado el momento en que en la ciudad de Lima, donde se concentra el 80 por ciento de la epidemia, no puede brindar a sus enfermos públicos y privados todas las camas de unidad de cuidados intensivos que requiere.
Llegamos en el momento en que no había una sola cama de Unidad de Cuidados Intensivos para todos los habitantes de Lima Metropolitana, donde se concentra una proporción importante del sector privado de salud. Para no hablar de aquellas de aquellos lugares del país donde la presencia del sector privado más bien es pequeña y donde casi todo es público. Y ahí también no hemos sido capaces de dar todos los servicios que se necesitaban para responder a tremendo reto.
Entonces, en resumen, la epidemia nos ha encontrado mal preparados en lo público y en lo privado. En lo público, un Estado pequeño que no puede cubrir todo el país y cuya penetración es muy baja. Y un sector privado que también tiene sus limitaciones para cubrir toda la población en servicios, llámese de salud u otros servicios, como la banca, como las telecomunicaciones y el transporte. Una de las razones por las cuales hoy, por ejemplo, se ha aumentado el contagio de las personas es porque la gente se transporta en un sistema de transporte pequeño. Y en su gran parte informal.
Exactamente, entonces hay medidas que deberíamos tomar como país. ¿Cuál cree usted que serían las decisiones importantes de largo plazo, relacionadas con este tema de la pandemia que debería abordarse en los próximos 12 meses?
Hay una idea que no he desarrollado en la anterior pregunta, si ¿me permite?
Claro que sí.
Y la pandemia también no se ha encontrado debilitados en dos áreas: una es el comercio cuando se ha cerrado las fronteras en todos los países del mundo, han establecido medidas proteccionistas para equipos de protección personal, para equipos de unidades de cuidados intensivos, para test de laboratorio. Nosotros no hemos podido acceder a esos mercados, menos aún lo hemos podido hacer a través del sistema público. Entonces, creo que para el futuro una lección es que podamos ser capaces de desarrollar una capacidad de compra y de distribución más poderosa de la que tenemos hoy, una alianza público- privada.
El sistema público es el más grande comprador de medicamentos e insumos para la salud, pero su logística es pésima. En cambio, el sector privado, tiene una logística muy potente. Una alianza de esas características hubiera sido mejor para la respuesta que estamos dando el día de hoy. Y lo segundo es, durante la epidemia, hemos visto rápidamente responder algunas universidades y algunos centros de investigación para desarrollar nuevas tecnologías. Tanto en laboratorio como en cuidados intensivos. La Universidad Nacional de Ingeniería, la Católica, Las Fuerzas Armadas desarrollaron ventiladores para poder suplir así la falla del mercado mundial. No teníamos donde comprar, era muy caro. Estas universidades lo han desarrollado.
En el caso de las pruebas moleculares, también lo que hace Cayetano Heredia, el Instituto Nacional de Salud, San Marcos, han desarrollado pruebas que están teniendo problemas serios porque no tenemos, no invertimos suficiente en el área de investigación y desarrollo tanto como Estado, donde CONYTEC y Fondecyt han jugado un rol, pero necesitan más fondos como en el sector privado, no solo la universidad privada, sino fondos privados que fomenten el desarrollo y la investigación.
No solo en este campo, sino en otros. Por ejemplo, equipos de protección personal, hubiese sido grandioso poder haber utilizado toda nuestra capacidad instalada en confecciones textiles para poder desarrollar equipos de protección personal para todo nuestro personal de salud público y privado. No podemos darnos el lujo como Estado peruano, seguir sosteniendo, cuatro o cinco sistemas de salud públicos que no trabajen juntos, eso hay que escultar, hay que unificar. Hay varios mecanismos para hacerlo.
No es un problema técnico, es un problema político. Una decisión política de unificar todos los sistemas públicos. Sanidades de las Fuerzas Armadas, que son 3, la sanidad de la policía, ya van 4, el Ministerio de Salud, van 5 y la Seguridad Social van 6, más una nueva relación con los 25 gobiernos regionales, porque tenemos 25 subsistemas de salud por cada gobierno regional. Eso, un país como el nuestro no puede continuar dándose ese lujo porque genera ineficiencia, es una fuente de corrupción, la gente está insatisfecha y nosotros como peruanos y peruanas merecemos un sistema mejor y tenemos los fondos para hacerlo.
Podemos hacer más con la plata que tenemos. Un segundo paso. O sea, primero hay que tomar la decisión de unificar. La segunda decisión que hay que hacer es inyectarle más recursos a ese sistema, porque es precario, tanto para los salarios de la gente, porque los sistemas de salud funcionan por la gente; no funciona por las máquinas, por la gente. Hay que mejorar la relación con la gente.
Tercero, hay que mejorar la gestión y creo que allí es importantísimo desarrollar nuevas formas de alianza con el sector privado, como la que acabo de mencionar. El sistema público tiene el dinero y el sistema privado tiene el cómo hacer, cómo comprar y distribuir mejor los recursos que este sistema tiene. El sistema público es muy malo distribuyendo cosas, muy malo, perdemos plata, perdemos tiempo y a la gente finalmente no le llega lo que necesita y nosotros necesitamos que la gente reciba su medicamento, los profesionales sus insumos y por lo tanto tienen que modernizarse la gestión y allí el sector privado juega un rol extraordinario. Y bueno, finalmente hay que cambiar la relación con los con los 25 gobiernos regionales para que asuman su responsabilidad de dirigir la salud bajo nuevas reglas de juego.
Excelente.
Y eso se puede hacer en los próximos 12 meses. Si se puede hacer.
Es cuestión de voluntad política
Es correcto
Doctor, y ¿cuáles son los factores vinculados con la situación actual del país que, de acuerdo con usted, limitan el buen desarrollo del Perú? ¿Cuáles son los factores limitantes?
Desde mi punto vista, el factor limitante más importante es la debilidad institucional. Las instituciones en el Perú son muy débiles. La principal institución encargada de liderar al país se llama partido político. Si nosotros somos capaces de desarrollar mejores partidos políticos, más modernos, más profesionales, que rindan cuentas a sus ciudadanos, van a ser capaces de tomar mejores decisiones.
O sea, necesitamos un liderazgo político de mejor calidad. Y esos son partidos fortalecidos. Hay que invertir en la democracia. Hay que invertir en sus partidos. Ya vemos como hemos pasado estos cinco últimos años con enormes dificultades políticas. Pero estamos permanentemente quejándonos de nuestra clase política. Y esos son los partidos, necesitamos una reforma política.
Una segunda reforma es la del Estado. El Estado tiene que ser mejor conducido. Una conducción más profesional. No basta inyectarle recursos porque es un Estado que necesita recursos, pero hay que sacarles el jugo a esos recursos. Reducir la corrupción o eliminarla de nuestro quehacer y reducir al máximo las ineficiencias y las pérdidas.
No podemos darnos el lujo de que año tras año los medicamentos se tengan que vencer en nuestros almacenes por una serie de malos manejos o por ejemplo, que esta epidemia nos ha encontrado con cerca de 1,400 camas de hospital, 1400 camas en litigios, ya sea por mala gestión o por corrupción, 1400 camas no pueden ser usadas durante la epidemia porque están en algún proceso judicial o algún tipo de arbitraje. Producto de eso, de la mala gestión y de la corrupción. Entonces, son dos medidas que revolucionaría el país. Una reforma política que permita una mejor representación, que la mayoría de los peruanos que son gente honesta se vea representada en nuestros congresos. Ese Congreso representa una minoría. Y en segundo lugar, que nuestra gestión sea más profesional en todo nivel.
Si son realmente los factores limitantes más importantes las que usted ha resaltado y que de alguna manera se tiene que eliminar. Confiemos, como usted dice, de que tengamos representantes honestos y que pongan manos a la obra para erradicar este tipo de factores. Imagínese, doctor, que ha pasado ya varios años y la gente mire hacia atrás y observe este período. Y está observando la acción y el trabajo que usted ha realizado en este período. ¿Cómo desea usted ser recordado y cómo desea que recuerden a la organización que usted pertenece? Puede pensar en el Ministerio de Salud.
Bueno, yo quisiera ser recordado como lo que fui durante la pandemia, un profesional, que conociendo todas las debilidades del sistema pudieron optar por decir que no y dijo que sí. Asumí esa responsabilidad a sabiendas de las tremendas dificultades que yo iba a tener al frente y la enorme responsabilidad que se me ponía sobre los hombros.
En segundo lugar, quiero ser recordado como parte de esa enorme cantidad de gente en lo suyo hizo lo propio sabiendo que iba a un hospital en pésimas condiciones. Sabiendo que iba a un centro de salud mal protegido, sabiendo incluso que sus contratos eran precarios.
Podían decidir quedarse en sus casas, con sus hijos y con los suyos. Pero decidieron atravesar esa puerta y asumir su responsabilidad. Ir a pesar de esas condiciones y poniendo en riesgo su propia vida, abrían la puerta a su casa e iban a trabajar. Quiero ser recordado como esos miles de profesionales. Que dijeron Sí, voy a trabajar por la salud de mis compatriotas. Y quiero ser recordado también como una persona que en ese tiempo, con sus aciertos y sus errores dio todo lo que estaba a su alcance para tratar de lograr el objetivo.
Y finalmente, quiero ser recordado también como alguien que en ese proceso no se llevó un sol en el bolsillo, un sol mal habido, me refiero.
Exacto, sí se comprendió, realmente es una hermosa imagen que usted desea que sea proyectado en todos los ciudadanos, cuando después se haga una retrospectiva de esta etapa.
Algo que había omitido doctor, pero no quiero dejarlo de lado ya para finalizar y a este si es el final. Existe alguna contradicción entre salud y economía o hay alguna manera en que se pueda trabajar y generar los ingresos que se necesita, pero sin poner en riesgo la salud de los trabajadores, de esa clase trabajadora que va día a día en bus va a las empresas o al comercio. ¿Qué es lo que podríamos hacer para reducir ese incremento de casos que ahora se está produciendo por la reapertura de la economía?
Bueno, en el Perú y en el mundo se ha establecido un discurso que es cerrado, que hay una dicotomía entre la salud y la economía. No es posible pensar una economía fuerte sin sus trabajadores igualmente saludables. Y no se puede pensar en una salud fuerte, sin una economía poderosa. Cuanto más grande sea nuestra economía, más inclusiva, más formal, más impuestos, más gente asegurada, más recursos para salud, más educación, más agua que son elementos fundamentales, mejor vivienda. Cuando nuestra economía crece y se genera empleo nuestra población es más saludable. A su vez, una empresa necesita de trabajadores saludables física y mentalmente para que su productividad, su creatividad, su fuerza laboral sea la que deseamos para una economía sana y progresiva.
Durante la epidemia lo que más nos ha pasado la factura son los altísimos niveles de informalidad. 70% de la PEA en el Perú es informal, vive día a día. Vive del cachuelo diario y por cachuelo me refiero también al contrato informal con la empresa formal, incluso la empresa formal pública. O sea, todos estamos en esta danza donde el 70% de nuestros trabajadores en nuestras trabajadoras viven al día. ¿Cómo le podemos decir a estas personas que se queden en sus casas 40, 50 días o reduzcan al mínimo su exposición si tienen que salir todos los días a ganarse el pan?
Y no les hemos podido dar un bono para mantenerlos en sus casas, porque están fuera de la economía. No tiene una cuenta bancaria, sus direcciones no son las que corresponden porque normalmente se están mudando. Viven en condiciones precarias, se infectan mucho porque viven hacinados, tienen una mala vivienda. ¿Cómo le podemos decir que se laven las manos con agua y con jabón si 30% de nuestra población no tiene agua potable? Entonces vivimos en un país con todas las condiciones para que el virus nos pase de persona a persona con una velocidad, ¿cómo le podemos decir que mantenga el distanciamiento en las enormes colas del Metropolitano? Cuando luego de 2 horas de estar esperando para regresar a tu hogar, no te queda otra que meterte en una combi o un colectivo que es informal.
Entonces tenemos una deuda con nuestra sociedad que hoy día se manifiesta en el COVID, pero que día a día antes se manifestaba con las altas tasas de tuberculosis que tenemos en el Perú. Que tiene los mismos condicionantes: hacinamiento, transporte precario, mala nutrición.
Una mala salud nos pasa siempre la factura, siempre. No hay forma de que sea de manera contraria y una de las grandes herramientas para tener una buena salud es tener una buena y poderosa economía. Que genere empleo, que genere un empleo de calidad y que esas personas con su dinero puedan construirse un futuro mejor. Y eso que estoy hablando de un mundo ideal. Pero ese es hacia dónde deberíamos apuntar.
Así es, y yo creo que también no es un mundo irreal. Existe otras economía, existen en otros países y tendríamos que apuntar a ello. Muchísimas gracias. doctor Zamora por este tiempo que ha tomado para ENLACE 2020.
Estuvimos con el ex ministro de Salud, Víctor Marcial Zamora Mesía, médico graduado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con maestría en Gerencia, Planificación y Política de Salud de Leeds, Inglaterra. Con estudio un posgrado en Economía de Salud. Profesor del MBA de Gestión en Salud de Centrum Católica, profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y de la Facultad de Medicina de San Marcos. Con 25 años de experiencia en los sistemas y servicios de salud. Muchísimas gracias por sus muy valiosos aportes.
Muchísimas gracias a ustedes.
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