Daniel Andrés Montes Delgado: Entrevista
Texto de la entrevista >
Carmela Vise: Muy buenos días. Nos encontramos con el señor Daniel Montes, él es abogado de 25 años de experiencia profesional, egresado de la Pontificia Universidad Católica del Perú, tiene una maestría en Administración de Negocios en Centrum, ha sido docente universitario de UDEP, de Santo Toribio de Mogrovejo en Chiclayo y de este universidades de posgrado. Es socio fundador del estudio jurídico Montes Delgado Abogados, tiene una amplia experiencia gremial, ha integrado el Consejo Directivo de la Cámara de Comercio y Producción de Piura. Te damos las gracias, Daniel, por este tiempo que estás tomando para ENLACE 2020 Perú Porvenir y vamos a poder escuchar a tu opinión y que de alguna manera también va a servir de insumo para la generación de propuestas que se van a desarrollar en el evento. Daniel, tal vez te vaya a resultar un poco extraña la primera pregunta, pero de alguna manera refleja tus preocupaciones y aquellas inquietudes que están vinculadas a la situación actual del país. Imagínate que te encuentras con un pitoniso muy acertado. Y sabe qué es lo que va a pasar con el futuro del país. ¿Cuáles serían las tres preguntas que tú le formularías?
Daniel Andrés Montes Delgado: Bueno, muchas gracias por la por la entrevista, por la invitación. En cuanto a la primera pregunta, creo que lo primero desde mi especialidad, el derecho, creo que lo primero que preguntaría es acerca de ¿cómo va a ser el modelo constitucional y político del país en los siguientes años? ¿cómo se va a desarrollar en nosotros esa esa parte de nuestra realidad? y si es que vamos a mantener un Estado de Derecho que sea capaz de regular las actividades en el Perú, de hacer cumplir la ley, de que se respete la propiedad privada y que cada persona pueda desarrollarse adecuadamente. Esa sería la primera pregunta, si es que vamos a mantener un modelo que nos permita que nos permita hacer eso.
La segunda pregunta, tendría que ver con el tema de la economía. Obviamente sin descuidar el tema de salud, creo que lo primero sería saber qué va a pasar con nuestra economía, si es que se va a recuperar o no se va a recuperar. Y qué tan pronto para que podamos seguir avanzando en el camino del desarrollo que nos hemos detenido abruptamente.
Y la tercera pregunta, creo que tendría que ver con ¿qué va a pasar con la educación en el Perú? La educación, que es la parte fundamental del desarrollo, junto con lo anterior. Creo que merece una abrogación también muy especial y quisiera saber si es que realmente vamos a mejorar en el tema educativo. Se ha avanzado, pero poco. Y creo que eso amerita la tercera pregunta.
Has visto varias aristas y destacas diciendo eso a aquel pitoniso. Ahora imagínate que el pitoniso eres tú y que ahora tú vas a responder a esas tres preguntas. Pero desde una perspectiva optimista, es un futuro bueno. ¿Cómo responderías a esas tres preguntas?
Un escenario positivo, yo creo que en el futuro, un futuro más o menos cercano, el Perú podría haber controlado el cáncer de la corrupción en todos los niveles en el sector público y privado. Podría haber conseguido un modelo constitucional de equilibrio de poderes que haga que el Ejecutivo pueda hacer su trabajo adecuadamente, que el Legislativo nos dé las leyes que necesitamos con urgencia y mejore las que tenemos, y que el Poder Judicial pueda hacer cumplir esas leyes y castigue cualquier infracción a las mismas. Eso en cuanto a la primera pregunta.
En cuanto a la segunda en un escenario positivo, creo que la economía se ha recuperado hacia el 2022 como máximo y hemos encontrado una manera de compatibilizar las actividades económicas, extractiva, productivas, de servicios en todos los campos, de manera que podamos avanzar en armonía con este, con su territorio, en primer lugar, con los grupos poblacionales que también son vitales para el desarrollo, con sus características y particularidades, y podamos entendernos y trabajar juntos de manera que podamos ser una economía en desarrollo.
Y en cuanto a la tercera pregunta, yo veo en el futuro un Perú en el cual un niño pueda recibir desde el colegio una educación que le permita integrarse al mundo, abrir su mente, explorar todas sus potencialidades y poder desarrollar su personalidad de la mejor manera posible en el campo que desee. Eso es lo que yo espero o lo que veo en ese escenario positivo de la educación en el Perú en los siguientes años.
Muy buen panorama el que describes. Pero si el pitoniso ve un escenario negativo, y tú eres ese pitoniso. ¿Cuáles serían las respuestas a esas tres preguntas?
En el escenario negativo nos seguiríamos destruyendo en cuanto a la estructura política y reparto del poder en el Perú. Habría una suerte de (que ya lo hay) feudalización del poder político, enfrentamiento permanente, parálisis de la actividad estatal en cuanto a temas de regulación, control y aseguramiento de los derechos de los ciudadanos y una inoperancia absoluta del Poder Judicial para poder controlar ésto y por lo tanto, un caos social y político tremendo.
Y en la parte económica
En lo económico, lo peor que nos podría pasar, es que esta tremenda crisis no logre revertir rápidamente el shock de la demanda. Por el lado de la oferta, digamos, ya se está trabajando, creo que eso puede andar más o menos. Pero por el lado de la demanda, ha caído tanto, que estamos muy complicados. De hecho, se agravaría muchísimo. Saldría ganando solamente la informalidad y la inseguridad, por lo tanto, no seríamos un país viable económicamente. Estaríamos regresando 30 o 40 o 50 años al pasado. Y eso sería terrible, porque entonces vamos a volver a los problemas, a los graves problemas que ya hemos tenido antes, los que acompañan a este tipo de crisis: hiperinflación, especulación, acaparamiento, escasez y todos los males de una economía que no logra un sano equilibrio.
Respecto de la educación, un escenario negativo, sería aquel en el cual un niño o un adolescente vería frustrado su potencial, vería frustrado su deseo de estar preparado para insertarse en el mundo laboral, económico, social de su país. Y veríamos entonces que volveríamos a la época en que la única posibilidad era salir de este querido país y buscar futuro en otro lado.
Esa descripción de país es de hace unos 35, 40 años atrás. Sólo nos falta el terrorismo y ya, para completarla. Esta pandemia ¿qué lecciones nos está dejando?
Más que lecciones, yo creo que esta pandemia lo que está revelando son todas nuestras carencias, que siempre las hemos soslayado, las hemos pasado por alto, hemos confiado en que alguien más las va arreglar y lo que estamos descubriendo es que incluso desde que empezamos a crecer y empezamos o iniciamos el camino del desarrollo incipiente, pero camino de desarrollo al fin, incluso en esos 20 años que han pasado, no hemos hecho nada por resolver esas carencias fundamentales. Un Estado tiene que asegurarle a la nación, a la población, lo mínimo. Lo mínimo es seguridad y salud. Y eso no lo hemos hecho, lo hemos hecho todo mal. Y esta pandemia lo que ha hecho es revelar que efectivamente lo hicimos todo mal y que seguimos haciendo muchas cosas mal. Creo que por eso estamos como estamos y por eso el panorama es tan incierto.
¿Alguna revelación que te resulte alentadora? Si esta es una realidad muy clara y evidente que ha ocasionado que nuestros ciudadanos estén falleciendo y no pueden contar con un servicio de salud adecuado. Pero algo que tú puedas decir, "Bueno, esto ha generado alguna oportunidad."
¿Oportunidad? No lo sé. Y más que una revelación, yo diría, la constatación, una vez más, de que el pueblo peruano, aun cuando una minoría de personas se comporten muy mal, la mayoría del pueblo peruano tiene la capacidad de portarse bien, de hacer las cosas bien, de preocuparse por su familia, de trabajar, de hacerlo honestamente y de ayudarse unos a otros.
Creo que eso sigue siendo lo esencial de nuestro pueblo. Y lo triste es que a pesar de eso, lamentablemente nos ganan los pocos -aunque ahora ya no son tan pocos- que hacen las cosas mal, que se portan mal y que echan a perder todo eso bueno que tenemos. Creo que ese es, como digo, una revelación, una constatación una vez más de que seguimos abusando de esa calidad y nobleza del pueblo peruano y no sé hasta cuando el pueblo lo va a soportar.
Exacto, porque estamos generando, creo que un caldo de cultivo para una reacción totalmente adversa para nuestro país. ¿Y cuáles serían las decisiones importantes de largo plazo relacionadas a la situación actual que deberíamos abordar en los próximos 12 meses?
Son muchas cosas. Si me preguntas, digamos por el lado legal, que es lo que va mi trabajo, yo diría que lo que habría que asegurar -y algo se avanzado- es el tema de administración de justicia, asegurarse que la administración de justicia funcione realmente y que se pueda darle a cada uno lo suyo, es decir, que cada quien pueda tener el amparo de la justicia para proteger su derecho, de hacer valer sus derechos y castigar las conductas de todo nivel que se pueden encontrar. Eso es lo primero.
Lo segundo es que, más que más normas, simplificar las normas, hacerlas entendibles a las asequibles, hacer buenas normas que permitan que la gente pueda trabajar y desarrollarse libremente, el bien más preciado de las personas es la libertad. Libertad en todo sentido, de pensamiento, de trabajo, para contratar, para movilizarse, para desarrollarse, para educarse, para todo.
Y esa libertad, hoy día, no sólo en el Perú, a nivel de todo el mundo, se ve constreñida por un exceso de reglamentarismo y por una maraña de normas que lo único que hacen es confundirnos y dar pie a que nos equivoquemos. Y entonces, vienen las cosas negativas, vienen los conflictos, vienen los pleitos.Y eso no nos favorece absolutamente en nada. Tenemos infinidad de normas, pero muy pocas buenas realmente, y creo que eso es lo que lo que debería mejorarse.
En lo económico, creo que habría que procurar que las prioridades cambien. Están mal enfocadas desde hace mucho tiempo y creo que eso tiene que cambiar El presupuesto de la nación es una especie de piñata ¿no es cierto? Donde cada uno quiere agarrar lo que puede y de la peor manera posible y entonces no es un instrumento adecuado para el desarrollo del país. El presupuesto no puede ser lo que ha venido siendo por todas estas décadas. Tiene que ser otra cosa y espero que eso cambie.
¿Cuáles son los factores limitantes que impiden el desarrollo de nuestro país? Tomando en cuenta también esta situación de pandemia. ¿Cuáles son esos factores?
Creo que el principal factor limitante es, así como he resaltado el lado bueno, del espíritu del pueblo peruano, tenemos un lado oscuro, que tiene que ver con la tendencia muy nuestra y latinoamericana en general a querer pasarnos de listos, querer salirnos con la nuestra, querer aprovechar y ser los primeros y me agarro esto y me agarro lo otro. Creo que esa tendencia está sobre todo en el sector de la política y la dirección del Estado. Lamentablemente ahí se concentra la mayoría de peruanos que abusan de ese lado oscuro y creo que eso definitivamente tiene que erradicarse.
Creo que ese es nuestro principal factor limitante, porque si no tuviéramos eso, si no tenemos esa tendencia autodestructiva, y no soy tan idealista como para pensar que podemos llegar a un estado en que haya cero corrupción. Corrupción hay en todas partes del mundo, hasta en el país más desarrollado o más moderna, per o tiene que ver límite? Vemos cosas escandalosas y vemos que la gente trafica y se apropia de cosas incluso esenciales para la vida humana de los demás. Y eso es inaceptable ¿, verdad? Nos comportamos a veces de una manera que ni los antropólogos pueden explicar, ni siquiera unos animales podrían comportarse de esa manera Y eso creo que es otro factor limitante. Pero reitero, eso es cosa de una minoría de la población.
Pero sigue estando ahí, sigue estando ahí esa tendencia y vemos como cuando una persona accede al poder, así sea una pequeña cuota de poder, se transforma y entonces tenemos esa bipolaridad. Somos Dr. Jekyll y Mister Hyde siempre Entonces una person "X" accede al poder y piensa, “Bueno, ahora está es la a mía, ahora me toca a mí. Y que se fastidien los demás, yo voy a hacer lo que me dé la gana y me voy a agarrar todo lo que pueda”.
Eso es tremendamente autodestructivo. No sé si hay psicoanalistas de naciones, pero algo habrá que hacer con eso para poder salir de esta parálisis y esta situación tan grave que tenemos.
Y cómo podríamos nosotros tener ese cambio de chip, ¿cómo hacemos para que este comportamiento del Pepe, el vivo, como podría describir lo que me has comentado, pudiera ser reducido, eliminado no, pero por lo menos neutralizado.
Si pudiéramos darle la oportunidad a las personas con verdaderamente buenas intenciones de acceder a esas cuotas de poder que mencionaba y de hacer las cosas que tienen que hacerse, entonces puede haber un inicio del cambio. El problema es que la estructura actual de reparto del poder lo impide.
Tenemos muchas buenas personas en el país, muchísimas, pero ¿cuántas de esas pueden realmente acceder a un lugar, a una ubicación que les permita trabajar adecuadamente para el resto del país? Muy pocas y está bloqueado, está bloqueado precisamente por los grupos de poder y las personas que no quieren esos cambios Ese es el e problema. Cuando eso cambie y esto sea á mucho más libre. Lo bueno es que el mundo moderno, la tecnología, las facilidades que hay ahora, las comunicaciones, hacen posible que la democracia sea otra cosa.
Este manejo de partidos, ni siquiera tenemos partidos, sino de grupúsculos de poder, de guerrillas, incluso de bandas que tenemos ahora y que han tomado el control, se puede romper eso, sí. Pero tiene que ser de otra forma, seguimos pensando, con categorías y con ideas acerca de la democracia.
Mira, te pongo un ejemplo, porque es algo muy complejo, pero son un ejemplo que tiene que ver además con la esencia de la democracia representativa. Tenemos listas al congreso que dependen de partidos y de un alcance nacional, lo cual es absurdo, no tiene sentido. Deberíamos tener circunscripciones nominales, por provincias, si quieres, o por territorios o grupos poblacionales, de determinada entidad que elijan a una sola persona. Entonces, si una persona, un buen profesional, un amigo, un maestro o un filósofo puede convocar a un grupo de personas sin que sea en un partido y puede postular a uno de ellos para poder acceder a un puesto parlamentario representando a su provincia, su distrito, su región o lo que fuera que tenga que representar digamos a unas cien mil personas o 60,000 personas nada más. Entonces estaríamos rompiendo ese monopolio de los partidos. ¿Por qué necesitaría yo un partido y una estructura para poder acceder a un puesto de representación popular? No lo necesito, en realidad no hace falta, no debería.
Entonces podría ser algo distinto. Podría darse el lugar a que personas realmente, que pueden aportar lo hagan desde esos puestos. Empezando por ahí, empezando por el Congreso. Por un Parlamento que además debería ser bicameral, no unicameral.
Con la pésima impresión que nos causa los congresistas actuales y los pasados. Uno dice, bueno, es que el si en lugar de 130 congresistas como los que tenemos, vamos a tener 300, entonces vamos a estar peor que antes. Sí, si tenemos más de lo mismo vamos a estar peor que antes. Pero si tenemos 250 o 300 congresistas, pero que puedan ser elegidos por sus cohabitantes y entre lo mejor que pueda ofrecer cada región, cada provincia, cada distrito y libremente, sin necesidad de amarrarse con un partido o tener que integrarse a estas estructuras partidarias falsas y totalmente abyectas. Yo creo que es un principio de cambio y eso lo permite perfectamente la tecnología, las comunicaciones y la realidad actual. No estamos como el pasado, no estamos en el siglo XIX. Entonces, eso hay que entenderlo y creo que por ahí empezar el cambio.
Excelente. ¿Y qué apreciación tienes tú sobre la respuesta del sector público frente a la pandemia y también la respuesta del sector empresarial frente a la pandemia?
Mira, empezando por lo último, el sector empresarial privado ha demostrado una vez más que es resiliente, que resistente, que es terco, que la pelea, que la lucha y que sale adelante y a veces muere peleando. Pero siempre lo intenta. Así es el empresario en general y empresario peruano es mucho más todavía. Además es solidario. Hemos visto mucha muestra de solidaridad de la empresa privada y eso es, muy encomiable y obedece a lo que decíamos antes. Obedece a ese espíritu del pueblo peruano que todavía felizmente permanece, es tan noble
Del lado del sector público creo que se ha intentado muchas cosas Y justamente porque esto es algo tan inesperado, tan nuevo, además que no se ha sabido qué hacer, no tanto por incapacidad, por no hacer algo, sino que se han hecho muchas cosas, no todas han funcionado. Creo que en líneas generales el plan del punto de vista económico está bien enfocado, pero la ejecución, que ya no depende solamente del sector economía y finanzas, sino también depende de todo el resto de los sectores, no ha sido la mejor. Hemos visto, por ejemplo que la Ministra de Economía puede tener un plan bastante bien definido desde el comienzo, pero hemos visto que ha sido torpedeado por el Ministerio de Trabajo, que tiene una carga ideológica tremenda, la Ministra de la Producción y otros sectores. Entonces, si el gobierno no tiene coherencia, entonces las cosas no van a funcionar. Un general antes de la batalla puede tener el mejor plan del mundo, pero si sus tropas no hacen todo lo que se supone que deben hacer, entonces va directo al fracaso y a la derrota. Entonces, hay que darles coherencia a las acciones, de otro modo todo se queden discurso y no avanzamos nada.
Y por otro lado, creo que, como bien lo dijo la ahora ministra de Salud, cuando vino a Piura: "aquí siempre va a faltar todo, sí, pero estamos ganando tiempo." Eso es lo que nos dijo en Piura. Estamos ganando tiempo para que llegue los equipos, para que lleguen la medicina, para que lleguen las pruebas, para que todo lo que está comprando, adquiriendo, produciendo pueda llegar. Y el pico no nos sorprenda.
Pero vemos ahora en esta segunda etapa de la pandemia, que ese ganar tiempo parece que no sirvió para mucho. Entonces, estamos viendo en las demás regiones, ya no las de la primera etapa. Ya no Piura, por ejemplo, pero si en Cusco, en Arequipa, en Huánuco, Cajamarca, que se repite las escenas terribles que no deberían repetirse o que deberían estar mucho más limitadas. Entonces la cuestión es ¿qué hemos hecho? ¿Para qué ganamos tiempo? Por qué es inevitable el contagio. El contagio me parece que es inevitable.
Y lo que se habló siempre de controlar, demostrar capacidad de respuesta, el sistema de salud, defender el sistema de salud para que pueda hacerle frente y muera la menor cantidad de posible. Pero creo que no hemos hecho mucho con ese tiempo que ganamos. Y entonces, toda esta crisis económica en la que nos metimos por esta parálisis absoluta durante más de cien días, ¿de qué ha servido? El sacrificio es aceptable cuando tiene un propósito claro y alcanzable, pero si el sacrificio es inútil, entonces viene la desesperanza y eso es lo peor que nos puede pasar. Si la gente se deja llevar por la desesperanza, por el miedo, con incertidumbre, por la angustia, entonces viene otros males, como sociedad, como país, para todas las personas. Y eso creo que evidentemente no deseamos.
Y para finalizar, Daniel, imagínate que ya han pasado varios años y que las personas van a mirar hacia atrás y observan este período. ¿Qué es lo que observarían estas personas respecto a tu accionar? Respecto al accionar también de tu institución, la que tú elijas puede ser gremial o tu propia empresa, ¿cómo quiere ser recordado y cómo quieres que recuerden a la organización que tú perteneces?
Hablando del increíble equipo humano que me acompaña aquí en mi empresa, yo quisiera ser recordado como una de las personas que la lucharon, que la pelearon, que insistieron tercamente en salir adelante, con todo lo que esto implique y que nunca se rindieron par a poder remontar esta crisis. Y poder volver y mejorar incluso nuestra situación tanto para nosotros como para a nuestras familias. Eso es lo que me gustaría dejar como recuerdo.
Te agradecemos, Daniel, por este tiempo que hemos podido dialogar, en donde hemos podido conocer tus puntos de vista y de todas maneras hay mucho insumo para poder trabajar las propuestas. Hemos estado con Daniel Montes, abogado de la Pontificia Universidad Católica del Perú, con 25 años de experiencia profesional, docente universitario, socio fundador del estudio jurídico Montes Delgado Abogados y con amplia experiencia gremial. Muchas gracias, Daniel.
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